Por: Fernando Lazcano-Pérez, Richard Yoel Flores-Iuit, Thaydé Sánchez-Nava y Roberto Arreguín-Espinosa.
Ser chef es una profesión complicada. Hay que tener buen paladar, un profundo conocimiento de ingredientes procedentes de todas partes, para la ciencia y disposición para recibir las críticas más diversas, entre muchos otros atributos, pero algunos chefs, muy pocos de hecho, necesitan algo más, estar muy bien entrenados y ser extremadamente cautelosos al momento de preparar ciertos alimentos, como el fugu. Este platillo es típico de Japón y se prepara a partir del pez globo. Durante el proceso de preparación, separan con sumo cuidado las vísceras, especialmente los ovarios, el hígado y los intestinos, ya que, si se rompen y se derrama su contenido, pueden esparcir una sustancia tóxica al resto del pez y dejarlo inservible. Esta sustancia es una de las toxinas más potentes que se conoce sobre la Tierra, es más potente que el arsénico, 100,000 veces más potente que la cocaína y la metanfetamina y 1,200 veces más potente que el cianuro, hablamos de la tetrodotoxina…